martes, 28 de marzo de 2017

Ramos

La prioridad de Ramos.

Pocos jugadores disfrutan tanto con la jefatura como Sergio Ramos. El capitán de la selección soñaba desde adolescente con ser "un líder" y ahora que ha cumplido 30 años y está formando una familia numerosa se siente feliz de comandar el clan, el Madrid y la selección. El hombre se expande. Lo abarca todo y es más minucioso de lo que parece. Cree que —en esta era de telerrealidad— los mensajes públicos forman parte de aquello que un líder debe controlar. Y el mensaje que lanzó en Saint Denis, en la monumental sala de conferencias del Stade de France, no admitió lugar a dudas: España es el tiki-taka y el tiki-taka es España.

“Venimos de una época donde la selección ganaba siempre”, dijo. “Ahora la gente valora mucho menos el trabajo que hemos hecho anteriormente. Pero es cierto que tampoco hay que volverse loco. El fútbol tiene eso: a veces ganas y a veces pierdes. Por encima de todo tienes que dejar tu sello de identidad, que es nuestra filosofía de juego”.

Ramos salió al paso de las turbulencias de tipo ideológico que envuelven e impregnan al equipo. Primero, la desafección de un sector de la hinchada que parece aburrirse ante las largas posesiones de balón, olvidando que por esa vía España salió de un pozo de cuarenta años de oscurantismo y derrotas. Segundo, el debate interno, ante la iniciativa del seleccionador, Julen Lopetegui, de introducir “variantes” para practicar un juego más frontal, elevar el ritmo de las transiciones, e incluso dar algún paso atrás para que Diego Costa encuentre espacios para correr hacia adelante.
“Yo creo que estamos volviendo a recuperar esos dominios constantes del juego y de los partidos”, señaló Ramos. “Es cierto que cada rival es un mundo, pero vamos a intentar mantener eso. Ojalá encontramos una regularidad que nos permita lograr los objetivos”.Resultado de imagen para Ramos

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